Se7en (1995)
Dirigido por:
David Fincher
Escrito por:
Andrew Kevin Walker
Cast
Morgan Freeman
Brad Pitt
Andrew Kevin Walker
Gwyneth Paltrow
R. Lee Ermey
Gene Borkan
Kevin Spacey
Cat Mueller
Producido por:
Stephen Brown
Nana Greenwald
Anne Kopelson
Gianni Nunnari
Música original:

Howard Shore, Johann Sebastian Bach
Cinematografía por:

Darius Khondji



Nombre: Sólo lo conocemos con John Doe, es un "cualquiera".
Edad: Difícil predecirla, su aspecto es de unos treinta años.
Cargo: Salvador de la humanidad.
Su pecado: Como él mismo lo dice, es la envidia al matrimonio y la vida perfecta que tiene Mills.
Su condena: Morir por decisión propia, luego de haber planificado todo para que saliera así.

Los detectives entran a la estación de policías, hablando de este hombre al que no conocen más que por sus horribles asesinatos. Hay cinco víctimas, han pasado seis días, el criminal está por cometer su último acto de limpieza, (si asumimos que las deducciones relacionadas con los siete pecados capitales son ciertas).

Ha sido una semana de mierda rodeados de basura en esta oscura y húmeda ciudad, todavía tienen la esperanza de poder capturarlo, pero cómo, si estando tan cerca, no lo consiguieron, ese hijo de perra se escapó por poco, por tan poco... De pronto, una voz a lo lejos, mientras Somerset y Mills suben las escaleras... "Detectives, you're looking for me"

Es él, finalmente encontramos un rostro detrás de esas toneladas de palabras escritas que encontramos en su casa, tenemos una figura detrás de los crímenes... hemos conocido a John Doe... ¿Qué demonios se supone que hagamos con él ahora?

Mills, ahora que lo tiene bajo sus narices, custodiado por cientos de policías, con un chaleco antibalas entre su pecho y el mundo exterior... sólo ahora es capaz de hablarle como si nada, y burlarse de él, y decirle que de todas maneras lo hubieran capturado. Pero entonces ¿dejaron morir a esas otras cinco personas?

Nunca hubieran dado con él, si él mismo no hubiera aparecido en la estación... ¿qué hubiera pasado entonces?, para qué pensar en eso, si todavía queda mucho por pasar...



Cuando se ha visto un par de veces esta película del director David Fincher, cuando ya se sabe el terrible final que nos tiene preparados, es posible ver la historia de otra manera. Porque entonces nos damos cuenta de que todo era parte del plan maestro de este hombre llamado John Doe, porque ni siquiera su captura fue al azar.

Los detectives Mills y Somerset no se interponen en el camino de Doe y sus víctimas, son una pieza más. Es muy fuerte esa idea, y probablemente por eso la película tiene el éxito de descolocar y dejar con un sentimiento de opresión. No son los malos contra los buenos, porque es siempre una fuerza, la de Doe, la que guía la historia.

Nosotros seguimos el proceso que viven los detectives, y probablemente creemos que son ellos los que "investigan" y "descubren", pero ellos no hacen otra cosa que seguir el sendero que les había trazado John Doe desde un principio.

Los alemanes en los inicios del cine eran incapaces de hacer comedias. Los ingleses lo hacían, los norteamericanos, y los franceses, pero no los alemanes. Para ellos el sentimiento de un destino escrito desde antes de nacer, que marca sus vidas y les impide actuar por "casualidad" era demasiado fuerte.

Es evidente que la historia de "Se7en" está inspirada en este mismo principio. Por eso su relato, sus personajes, los sucesos son tan novedosos. Actualmente no se encuentra una historia con este punto de vista. El darnos cuenta de que el personaje fuerte, protagónico, con el que nos sentimos identificados (icono que impusiera Hitchcock, con James Stewart) no es el poseedor del control, en ningún momento de la película, nos descoloca.

Ahí entra John Doe. El John Doe creado por Andrew Kevin Walker (guionista), que nos parece impredecible, loco, un jodido desquiciado al que es mejor ver detrás de una reja, un ser despreciable... pero ¿dije un ser despreciable?, ¿no lo eran también aquellas "inocentes" personas que murieron por su obra y gracia? "Inocents?"

Perdemos, entonces, completamente el poder de identificarnos con cualquier personaje de esta cinta. ¿Nos quedamos con el psicópata, o con sus víctimas, o con los pobres detectives? Es mejor no meternos con él; como le dijo Jack Crawford a Clarice Starling en "El silencio de los corderos" (donde aparece otro brillante "desquiciado"), 'tú no quieres a ese tipo metido en tu cabeza'.



Pero la advertencia, llega demasiado tarde. Ahora ya está alojado ahí, para asustarnos, para amenazarnos, para aparecer en el momento menos esperado (aunque bien planeado por él), y empezar a hablarnos de las cosas que creíamos seguras, y desiquilibrarnos a nosotros también.
"Oh, god!"